Durante el pasado mes de julio he tenido la ocasión de trabajar como Dietista-Nutricionista en Cuba mediante una estancia formativa en la Universidad de Ciencias Médicas de Cienfuegos. Ha sido una gran experiencia, tanto personal como profesional. Trabajar en condiciones adversas, con pocos recursos y elevada precariedad, me ha permitido desarrollar una serie de habilidades transversales que, sin duda, podré aplicar en el trabajo en consulta desde España. Me gustaría compartir esta experiencia con ustedes en una serie de artículos, pues considero que hay muchos aprendizajes que obtener de aquí. Empezando por la base: ¿cómo se organiza la sanidad pública cubana? ¿hay Dietistas-Nutricionistas en los Hospitales? ¿cómo trabajan y cuál es su método? ¡Te lo cuento!
Empecemos por algunas cifras. En una ciudad como Cienfuegos, con 130,000 habitantes, se cuenta con 200 centros de salud (lo que llaman consultorios). Pongámoslo en perspectiva: esto significa que hay un centro de salud por cada 700 habitantes, mientras que en España la proporción es de 1 por cada 15,000-25,000 habitantes. Por todo ello, la parte asistencial está muy cubierta.
Además de los centros de salud que ofrecen atención médica, existen policlínicos que brindan servicios adicionales como nutrición, fisioterapia, psicología, entre otros. En el centro de salud donde roté en primer lugar se trabaja solo 3 horas al día (de 8:00 a 11:00), excepto un día a la semana en el que extienden su jornada hasta las 14:00 o 15:00. A las 11:00, el centro cierra sus puertas. En un día típico, se atiende entre 1 y 3 pacientes, aunque en teoría cada nutricionista debería ver a 16 pacientes diarios. Este número debe ser reportado al gobierno, y cuando no se alcanza, lo cual es común, se inventan datos ficticios (nombre, apellidos, patología, etc.) para completar las estadísticas. Las anamnesis se realizan en hojas de papel, que incluso son escasas. Si tienen papel de calco, se le entrega una copia al paciente; de lo contrario, la información se copia manualmente. Esto demora tremendamente el tiempo en consulta.
¿Cómo llegan los pacientes a la Dietista-Nutricionista?
El fisiatra es un médico especializado en el movimiento, una especie de combinación entre un traumatólogo y un fisioterapeuta. El fisiatra diagnostica y prescribe el tratamiento, mientras que el fisioterapeuta acompaña al paciente en su ejecución. ¿Y qué tiene que ver con el servicio de nutrición? Los pacientes con problemas articulares causados por desequilibrios nutricionales (sobrepeso, obesidad, bajo peso, deficiencias nutricionales, etc.) son derivados al nutricionista, quien los evalúa, les da recomendaciones y les proporciona una estructura de menú. Una vez derivados el paciente recibe 10 sesiones (una por semana) que incluyen una evaluación nutricional e intervención. Se identifican los factores de riesgo y se trabaja con educación nutricional básica. A todos se les proporcionan pautas de higiene alimentaria, que en esta región son muy necesarias y poco comunes. Los apagones de luz son frecuentes, lo cual supone un evidente problema de conservación de los alimentos. La higiene alimentaria y salubridad no son los puntos fuertes del país.
Además, en línea con la perspectiva multidisciplinar que se propone, la sanidad pública cubana cuenta con un servicio de ejercicio físico que trabaja estrechamente con el área de nutrición. Como parte de este servicio, se imparten sesiones de taichí a un grupo de adultos mayores. Junto con el servicio de nutrición en el que estuve, participamos en las sesiones de taichí y les ofrecimos una breve charla sobre alimentación saludable. Dar recomendaciones dietéticas aquí es muy complicado porque los recursos son limitados y no hay mucho margen para modificar los hábitos alimentarios. La dieta diaria consiste en arroz blanco, frijoles y carne, porque es lo que hay disponible. Sin embargo, siempre es posible hacer pequeñas modificaciones para mejorar la dieta.
¿Cuáles son las funciones de los Dietistas-Nutricionistas?
Los dietistas-nutricionistas trabajan en tres áreas principales:
1. Vigilancia nutricional en el Centro de Epidemiología e Higiene.
2. Clínica, atendiendo a pacientes.
3. Dietética o administrativa, encargándose de la planificación de menús para los hospitales.
En cuanto a la planificación de menús, esta es especialmente compleja debido a la disponibilidad limitada de alimentos. Su lema es «resistimos con creatividad». Los menús no se planifican primero para luego hacer un pedido. Funciona de la manera opuesta: el gobierno envía lo que esté disponible, y con ello deben arreglárselas para alimentar a todo el hospital. En el Hospital Pediátrico, el Departamento de Dietética da servicio a los hospitalizados, al equipo médico de guardia, al personal de servicios y a las madres acompañantes. Proveer una dieta completa a tantas personas (300 en total) con los escasos recursos disponibles es un desafío. Se aprovecha hasta la última parte de los alimentos, ya que el desperdicio alimentario no es una opción. En contraste, en Europa se desperdicia un tercio de la comida.
El puré básico está compuesto por arroz, malanga (un tubérculo), plátano (vianda) y pollo. Existen una serie de salas prioritarias, para las que se reservan los alimentos más «selectos» (carne, huevos, etc.), como hematología, cuidados especiales y gastroenterología. Para ellos, sobre todo para los pacientes de hematología o terminales, se reserva el hueso rojo, que es la parte de la carne que queda pegada al hueso de res.
En ocasiones, se necesita un producto específico (como algún suplemento en particular) que solo es provisto por empresas estadounidenses (como Nestlé o Abbott). En esos casos, debido al bloqueo económico, es necesario que un tercer país compre el producto y luego lo venda a Cuba, lo que complica y ralentiza el tratamiento de ciertos casos.
A los niños de 0 a 6 meses se les da leche en polvo fortificada con fumarato ferroso, ácido fólico y la vitamina que esté disponible. El programa de prevención de la anemia mediante la suplementación con hierro está muy bien establecido. Se proporciona tanto a mujeres embarazadas, junto con ácido fólico, como a aquellas en edad fértil con sangrado abundante u otras condiciones.
Por lo que se refiere a la parte formativa, el Grado universitario de Nutrición y Dietética tiene una duración de 4 años, con prácticas en hospitales desde el primer curso.