Sí, como lees: las personas que consumen más carne roja tienen más riesgo de diabetes. Esto aplica tanto a la carne procesada como a la NO procesada.
Algunos datos:
- Los que más carne roja consumen en comparación con los que menos tienen un 62% más de riesgo de desarrollar DM2.
- Por cada ración extra de carne roja al día, el riesgo aumenta en un 28%.
- Quienes toman más de 1,4 raciones* de carne roja al día tienen el doble de riesgo de padecer DM2 en comparación con quienes se ajustan a las recomendaciones.
*Una ración equivale a 85 g de filete de cerdo/ternera/cordero, 28 g de bacon o 45 g de salchicha, salami o similar.
¿Qué es lo que tiene la carne roja para aumentar el riesgo de diabetes?
- Aumento en el peso. La ingesta de carne roja se asocia con un incremento del peso, que aumenta el riesgo de DM2 mediante la resistencia a la insulina, dislipidemia e inflamación
- Exceso de grasas saturadas. Reducen la función de las células beta y la sensibilidad a la insulina
- Hierro hemo. El hierro hemo es un potente prooxidante, aumenta el estrés oxidativo y la resistencia a la insulina y empeora la función de las células beta por sus subproductos de compuestos nitrosos
- Ausencia de grasas insaturadas. El ácido linoleico es un agonista del receptor selectivo activado por el proliferador de peroxisomas
- Nitratos. Los nitratos en la carne procesada promueven la disfunción endotelial y la resistencia a la insulina
Tres claves
- Consumir carne roja aumenta el riesgo de DM2
- La recomendación es reducirla al máximo, como mucho 1 ración a la semana (por ejemplo, una hamburguesa o un desayuno con bacon).
- Un motivo importante por el que la carne “da diabetes” es el aumento asociado en el IMC, pero existen otros